He podido observar que muchas personas son muy dadas a decirse «te quiero» o «t.q.m.», como suelen poner en los sms o correos que a menudo se envían. Da igual que al destinatario le hayan conocido la tarde anterior o sea un amigo de toda la vida. Me asombra la facilidad con que exteriorizan un sentimiento tan importante y -la mayoría de las veces- tan poco duradero en el tiempo. No estoy muy segura de que realmente entiendan la magnitud de esas tres sencillas palabras.
El «carpe diem» es su consigna y las vicisitudes o el sufrimiento no entran en su concepto de existencia. Hay que disfrutar el instante sin pensar en el futuro, por muy próximo que esté. Parece que la vida se les fuera a acabar unas horas después. Lo más curioso es que viendo las estadísticas, cada año aumenta el porcentaje de separaciones o divorcios.
Se han escrito muchísimas palabras sobre lo que es el amor. Borges decía que «Uno está enamorado cuando se da cuenta de que otra persona es única». A un autor anónimo se le atribuye la frase » Amor es encontrar en la felicidad de otro tu propia felicidad».
¿Cuál sería su definición? Creo que cada uno debe encontrar la suya, mas, por encima de todo, el amor debería ir ligado a la entrega y a la lealtad.
Los protagonistas del cuento de hoy no son los amantes de las películas americanas, pero el suyo es un amor limpio y sin prejuicios.