El frito de sepia o «frit mariner» es un plato muy típico de Mallorca. Lleva bastante trabajo, no porque sea complicado, sino porque es muy laborioso. Pero os aseguro que vale la pena el tiempo que dedicamos a hacerlo, porque el resultado es de lujo. Nosotros solemos preparar una buena cazuela, que nunca llega a la noche, porque no se puede dejar de comer. El pasado sábado nos dimos un homenaje con la familia. Y este es su aspecto. Rico ¿verdad?
Ingredientes:
- Seis sepias medianas (Aproximadamente un kilo y cuarto)
- 8 colas de gambones, frescos o congelados.
- Seis o siete patatas medianas (Más o menos un kilo y medio)
- Dos manojos de «sofrit» (son cebolletas)
- Dos pimientos rojos grandes.
- 300 gr. de guisantes, frescos o congelados.
- Dos cabezas de ajos.
- Tres hojas de laurel
- Unos cuantos brotes de hinojo.
- Aceite y sal.
- Una guindilla (opcional). Yo no le puse, porque en casa no gusta el picante a todos.
- Una copa de brandy.
Sepia, ajos y laurel.
Gambones, guisantes, brandy y aceite.
Las verduras y hortalizas. ¡Qué preciosa combinación de colores!
Preparación:
Empezamos pelando y troceando las patatas en trocitos de un centímetro (más o menos). Para las patatas vamos a utilizar una de las dos cabezas de ajos, que partiremos del mismo modo, pero sin quitarle la piel, para que le dé más gusto al plato.
Ponemos a calentar el aceite en una sartén y añadimos los ajos (con el aceite aún templado).
Cuando estén los ajos un poco hechos y el aceite haya tomado su gusto, añadimos las patatas.
Mientras se fríen las patatas, cortamos el pimiento rojo en daditos de un centímetro también y los freímos en otra sartén. Lo hacemos por dos motivos: primero porque el aceite retiene el sabor de la hortaliza y se oscurece con un ligero tono rojizo. No podríamos aprovecharlo para freír otra cosa, ya que el alimento frito tendría gusto a pimientos. Y segundo porque así ahorramos tiempo, al hacer dos «fritadas a la vez».
Una vez fritas las patatas con los ajos y los pimientos, los escurrimos en papel absorbente y los dejamos aparte.
A continuación pelamos los gambones, los troceamos y los freímos con parte del aceite de las patatas. Los reservamos también.
En cazuela de barro, freiremos los ajos de la segunda cabeza, previamente troceados y con su piel.
A continuación añadimos la sepia, que habremos partido en trozos de un centímetro, lo mismo que las verduras y hortalizas.
Veréis que suelta mucho jugo.
Cuando se haya evaporado el caldo, agregamos las cebolletas, previamente cortadas en pedacitos de un centímetro. Lo sofreímos todo junto unos cinco minutos más o menos.
A continuación incorporamos los guisantes y unas ramitas de hinojo finamente picado. Salamos, mezclamos bien y dejamos que se cocine unos diez minutos más.
Vamos a poner las hojas de laurel, para darle es gusto fino y delicado.
Cuando la sepia y los demás ingredientes estén tiernos, añadiremos las patatas, el pimiento rojo y los gambones. Apagamos el fuego, tapamos la perola y dejamos que repose cinco minutos para que se entremezclen los sabores. Y listo para servir en la mesa, en la misma cazuela de barro. Os aseguro que es un plato exquisito, que hará las delicias de vuestros comensales.
Madremía,! Lo que nos hemos perdido!!
Ya os dije que era un plato muy rico. Un poco laborioso de hacer, pero un verdadero placer para el paladar. ¿Te animas a hacerlo? Ya me contarás 😘😘