Este post es un homenaje a mi prima Paloma, que hoy celebra su onomástica.
Hace un año por estas fechas estuve pasando unos días de vacaciones en casa de mis primas, en un fresquito lugar del sur de Madrid. Y cocinó mi prima Paloma, que domina los fogonoes como pocos. Tanto ella, como su madre y su hermana son unas magníficas anfitrionas, y no me dejaron meter mano en los pucheros. Tan sólo fotografiar los pasos del exquisito plato que prepararon en mi honor. Como he dicho otras veces… una imagen vale más que mil palabras. Y esto es lo que comimos.