No es lo mismo cocinar por obligación que hacerlo esporádicamente para obsequiar a familiares o amigos. Las personas que cada día hacemos dos menús, nos encontramos con que a veces no sabemos qué inventar para que la alimentación de los nuestros sea variada, económica y exquisita. A menudo tenemos ingredientes en la despensa o la nevera que no se nos ocurre «ligar» y si nos lanzamos a experimentar, pueden salir platos deliciosos. El que os presento hoy surgió precisamente de eso, de una noche que «rebuscando por ahí» encontré un poco de cada. Claro que la receta de hoy, partiendo de esa base, tiene los ingredientes ya elegidos. No es muy complicada de hacer, aunque si algo laboriosa, dependiendo de las unidades que hagamos. Pero queda muy vistosa y de sabor… ¡riquísima!