En casa son muy amantes de los rissottos. Por eso es frecuente que los domingos los prepare, unas veces a gusto de unos y las otras a gusto de los demás. Porque en cuestión de ingredientes mis hijos no se ponen de acuerdo. Yo me decanto por las verduras siempre, pero para que también lo disfruten ellos, suelo añadir algún tipo de carne. Veréis que fácil es de preparar.
Ingredientes (Para tres personas):
- 300 gr. de arroz arborio o bomba.
- Tres o cuatro setas frescas (en Mallorca se llaman «esclatasangs». Creo que en otros lugares les llaman níscalos).
- Una alcachofa grandecita.
- 300 gr. de magro de cerdo limpio y troceado.
- Una cebolla mediana.
- Queso parmesano.
- Caldo de carne o verduras.
- Aceite de oliva para sofreír.
Carne troceada, cebolla y queso parmesano. Siempre lo rallamos en casa, porque es más fresco y sabroso que el que venden en bolsitas.
El arroz que utilizamos es el tipo «arborio» o «bomba». Hay quien hace el rissotto con el arroz tradicional, pero en casa no lo hemos probado nunca. Asi que no puedo deciros que tal sale.
La alcachofa. Una, porque como ya he dicho mis hijos son poco amantes de las verduras, especialmente de las alcachofas, que son las que más me gustan a mí. Y setas fresquísimas.
Preparación:
Los que seguís mi blog sabéis lo mucho que me gusta cocinar en barro. Por eso, siempre que puedo utilizo mi perola favorita.
Empezamos poniendo en la cazuela un poco de aceite y la cebolla finamente picada.
Cuando esté pochada, añadimos la carne y la sofreímos.
La dejamos sofreír lentamente. Veréis que la carne suelta sus jugos. Nos irá muy bien para que los sabores se mezclen.
Es el momento de añadir las alcachofas y sofreirlas.
Por último añadimos las setas y el arroz. Lo sofreímos también.
Ya empieza a tener un aspecto muy rico.
Una vez sofrito, añadimos el caldo bien caliente y poco a poco. En este momento, la cazuela de barro tiene suficiente calor y podemos bajar el fuego a temperatura media.
Pasados unos veinte minutos, el arroz estrá listo. Debe estar un poco caldoso antes de añadir el queso.
Rallamos el queso y lo añadimos. Apagamos el fuego. Mezclamos todo bien y lo dejamos reposar un par de minutos.
Y ya está listo el plato para servirlo.