
Los pestiños son unos dulces típicos de la Semana Santa en Andalucía. O al menos eso me contó quien hace muchos años me pasó esta receta. También se toman en Navidad y según he indagado, en otras zonas de España se hacen unos dulces muy parecidos, con distintas formas, pero casi con los mismos ingredientes, por ejemplo las «Orelletes» de Ibiza. En mis casa los hago cuando nos apetecen, sin tener en cuenta que sea una fecha marcada por la tradición. Nosotros somos de los turrones y polvorones en Navidad y de las torrijas y las empanadas en Semana Santa.
Ingredientes:
– Un vaso de vino blanco
– Un vaso de zumo de naranja
– Medio vaso de aceite
– Una cucharadita de anís en grano
– Una cucharadita de ajonjoli
– Un kilo de harina
– Aceite para freir
– Un bote de miel de 1/2 kilo.
– Medio vaso pequeño de agua.
Preparación:
Ponemos el aceite en el fuego y cuando está caliente lo retiramos y echamos el anís. Lo dejamos enfriar.
Aparte, ponemos en un bol la mitad de la harina, haciendo un agujero en el centro. Añadimos el vino, el ajonjoli, el zumo de naranja y el aceite frío colado.
Con una espátula de madera removemos bien hasta que la masa quede hecha una bola.
Se coloca sobre la mesa donde la vamos a amasar y vamos añadiendo la harina necesaria hasta que la masa pueda despegarse. Será el medio kilo restante más o menos.
Una vez incorporada toda la harina, hacemos una bola, la espolvoreamos de harina, la ponemos en un bol, la tapamos con un paño limpio y la dejamos una media hora.
Transcurrido ese tiempo, estiramos la masa con un rodillo, la cortamos y vamos dando forma a los pestiños.
En casa los cortamos en tiras pequeñas, de unos 2×6 cm. Pero cada uno puede cortarlos como más le guste.
Los doblamos haciendo «pajaritas»
Aquí podéis ver mejor la forma.
Ponemos una sartén al fuego con el aceite. Cuando esté caliente (como diría mi hijo Áxel, el cocinillas, «cuando salga humito de la sartén) vamos echando los pestiños y los freímos.
Les damos las vuelta para que se frían por ambos lados.
Los colocamos en una fuente con papel de cocina, para que absorban el aceite sobrante.
Y para acabarlos, podemos pasarlos por miel o por azúcar.
En nuestro caso vamos a utilizar la miel. Para prepararla, ponemos en el fuego y en una cazuela de barro la miel (basta un bote pequeño) junto con medio vaso de agua.
Cuando veamos que el contenido hace espuma es que ya está hirviendo y por lo tanto lista para mojar nuestros pestiños.
Ahora los pasamos por la miel.
Hay que hacerlo rápidamente, porque el agua se va evaporando y la miel acaba solidificán
Y este es el aspecto que tienen. ¡Delicioso, ¿verdad?!